lunes, 15 de noviembre de 2010

La libertad en Rousseau: la disolución del hombre en la comunidad


"Everything is good as it leaves the hands of the Author of things; everything degenerates in the hands of man." (Emille I,37)

 

Introducción


            Sin lugar a dudas el concepto de libertad es de vital importancia para la interpretación del ser humano, y por tanto, de su vida política. El presente texto busca rastrear, en "El Contrato Social" de Rousseau, el concepto de libertad que tiene y después abordar desde este concepto otras nociones principales en la obra como la voluntad general y el soberano, etc. La tesis que mantenemos aquí es que el concepto de libertad de Rousseau influye en el modo de plantear la sociedad. En último término, Rousseau, al desvincular a la naturaleza humana de la acción, entiende de manera reductiva la libertad, y por eso en el Contrato Social el Estado es capaz de obligar a alguien a ser libre. En pocas palabras: el comunitarismo es fruto de una equivocación con respecto a la libertad.

            El esquema que pretendo ofrecer aquí es el siguiente: En primer lugar una aproximación a la noción de libertad en la modernidad tomada principalmente de una obra del profesor Leonardo Polo. Me parece relevante incluirla en el trabajo pues dicha aproximación da una idea bastante clara de lo que se entiende, o hemos entendido más bien, por libertad a partir de los inicios de la modernidad. A partir de esta idea general, contrastaremos conceptos con los textos en donde aparezca el concepto de libertad propio de Rousseau.
           
            En el segundo apartado, una vez delimitado bien el concepto que utilizaremos, hablaré sobre el problema que plantea la sociedad frente a la libertad como él la entiende y veremos cómo busca resolverlo.
           
            El segundo apartado, como se verá nos llevará casi automáticamente al tercero. Para intentar resolver la aporía individuo-comunidad Rousseau escribió el Contrato Social tema que nos atañe principalmente, por lo que, armados ya de los conceptos necesarios, procederemos a analizar la obra desde la perspectiva de la libertad rousseauniana.

La libertad en la modernidad

La libertad puede entenderse de muy distintas maneras, por eso es preciso, antes de empezar con explicaciones precisar muy bien en que sentido nos estamos refiriendo a esa realidad humana que todos reconocemos en nosotros mismos. Como dije, para hacer esto me referiré en primer lugar a un texto de Leonardo Polo: "Lo radical y la libertad." En este texto se aborda la cuestión de la libertad desde tres distintas concepciones del hombre: la moderna, la clásica y la cristiana. Esta categorización no pretende ser filosófica sino histórica, pues aquí Polo está usando un método histórico más que filosófico para ilustrar su tesis. "el tema es la libertad, pero enfocada desde el punto de vista de la historia del pensamiento, a partir de lo que, en cada época, se ha considerado como lo radical en el hombre. La libertad se estudia, podría decirse, teniendo en cuenta las diversas antropologías: qué ha dado de sí cada una de ellas respecto de la libertad humana"  REF 1. 

La aproximación poliana a la libertad que analizaremos en este primer apartado resulta muy sugestiva. Quizá por eso he de aclarar que no pretendo adoptar la tesis principal que se mantiene en el artículo en cuestión: "Que tanto el pensamiento moderno como el clásico entienden la libertad en alguna de sus vertientes -libertad pragmática y libertad moral-, pero ninguno ha descubierto el sentido radical de la libertad, que solo aparece con el cristianismo" REF 2. Aunque la tesis principal pueda quedar pendiente de demostración lo que me atañe en este texto es la aproximación histórica que hace Polo a los conceptos de libertad y naturaleza pues resultan muy esclarecedores a la hora de analizar a Rousseau. 

            Lo que sostiene el autor en el texto que nos apoyamos es lo siguiente: la noción de libertad en la modernidad (por modernidad entiéndase aquí desde la Edad Media hasta el posmodernismo) está fuertemente influenciada por las ideas de Lutero. Estas ideas implican que el hombre tiene la naturaleza corrompida y todo lo que haga o produzca será pecaminoso, malo. Para eso, históricamente se abandonó la idea de acción desde una naturaleza determinada y se adoptó otra: producción desde la indeterminación. Es decir, el hombre no es ya una determinación que realiza actos  sino autodeterminación. La producción es el hacerse del hombre desde la nada.

            Pero profundicemos más en la tesis desde el texto. Lutero, según Polo, pensaba que el hombre "es un ser en el que el pecado no sólo ha obturado algo, ensombrecido la naturaleza, sino que la ha corrompido por completo, hasta tal punto que esa corrupción es irremediable" REF 3. Y por estos motivos históricamente el hombre ha tendido a rechazar su naturaleza humana, a apartarla de su vista: "Si se ve desde Lutero, la edad Media es una fuga hacia adelante, como se suele decir. Olvidémonos, dejemos la natura, porque nos encontramos con la corrupción" REF 4. ¿Qué le queda al hombre entonces? ¿Cómo salir del pesimismo luterano? No le queda más remedio que el de negar el concepto de naturaleza recibida y sustituirlo por otro. Introduzco aquí una cita algo extensa pero bastante clarificadora:

"Nos libramos del antecedente si decimos que el antecedente es pura indeterminación, porque la pura indeterminación no es nada corrompible (...) La libertad ha sido liberada de su carácter de esclavitud diciendo que es indeterminación. Esto aparece en algunos autores influidos por el pensamiento protestante como es el caso de Rousseau o Freud. Se trataría de encontrar la inocencia en el punto de partida: la pura indeterminación no puede ser culpable, ni pecaminosa, ni santa, ni nada, solo puede desear y proyectarse a la búsqueda que se corresponde con un resultado que está liberado de esa corrupción en el orden de la natura, de la principiación en el sentido clásico de la palabra"REF 5

De la tesis expuesta arriba podemos extraer dos ideas: Uno, que los conceptos de libertad y naturaleza están vinculados entre sí e influidos por las ideas de Lutero. Y dos, que la libertad entendida desde una perspectiva histórica se interpreta en la modernidad de una manera distinta a la clásica, como desvinculada de la naturaleza. Repasemos un poco ésta noción de libertad de manera general para después contrastar con Rousseau. La libertad en la modernidad intenta desentenderse de la naturaleza en sentido clásico. La naturaleza desde la que parte la acción humana como hemos visto, no es una determinación sino todo lo contrario: indeterminación. De este modo no se puede ya hablar de acción del hombre sino de producción. La interpretación del hombre y del cosmos desde está perspectiva ha hecho que se caiga en la creencia de que la vida es exclusivamente un despliegue desde lo indeterminado hacia lo determinado, la indeterminación que busca su propia determinación.

La libertad en Rousseau


¿Cómo se aplican estas categorías en Rousseau? Un breve análisis de sus textos previos al contrato nos ayudarán a comprender el significado de la naturaleza humana. Desde ahí podemos contrastar este concepto con el de libertad y abordar, por fin, el contrato social. REF 5.5:(nota al pie: en este apartado me guié del manual de Frederick Coppleston).

            Rousseau es conocido por su famosa doctrina del buen salvaje, sin embargo al ser tan popular esta teoría se pueden caer en numerosas imprecisiones. Ante todo, hay que decir que el buen salvaje no es bueno ni malo en sentido estricto, sino más bien inocente. Esto se debe a que los conceptos de moralidad sólo aparecen hasta que el hombre entra en sociedad. Sin embargo con la sociedad también le advienen al hombre el egoísmo y la vanidad, principales males del hombre civilizado de su época "la idea general de que el hombre ha sido corrompido por el crecimiento de una sociedad civilización artificial y por el racionalismo estuvo siempre presente en su pensamiento" REF 6. Pero profundicemos más en la doctrina del buen salvaje.
           
            Ante todo, debe evitarse interpretar simplistamente la doctrina de Rousseau sobre el Estado de Naturaleza. No es que Rousseau haya creído de hecho que históricamente se dio dicho estado, más bien, lo que el hace es dejar de lado los hechos que no afectan a la cuestión. No hay que entender a Rousseau como relatando una historia, lo que el pretende es que se consideren sus tesis como "razonamientos meramente condicionales e hipotéticos, calculados para explicar la naturaleza de las cosas más que para averiguar su origen real" REF 7.  De este modo, Rousseau describe a un hombre en cierto sentido primitivo, despreocupado de cualquier cosa que no sea la mera autoconservación. Pero, ¿en qué difiere el salvaje del resto de los animales?  Rosseau dirá que "Lo que constituye la diferencia específica entre el hombre y el animal no es tanto la inteligencia cuanto la cualidad humana de la libertad... y la espiritualidad de su alma se despliega particularmente en su consciencia de esa libertad... pero en el poder de querer o, por mejor decir, de elegir, y en el sentimiento de esa capacidad no puede encontrarse más que actos que son puramente espirituales" REF 8.  Como vemos aparece una pista que esclarece como entiende la libertad. Al parecer, la libertad es para él, cierta capacidad de elegir, y a la conciencia como un sentimiento de está capacidad. Pero atendamos a otro de sus escritos, el Emilio, para profundizar en su concepción del alma humana. En el Emilio, Rousseau, profundiza en los conceptos que hemos visto en su doctrina del salvaje feliz. Según él,"el origen de nuestras pasiones, la raíz y muelle de todo lo demás, lo único innato al hombre y que no le abandona mientras vive, es el amor propio; esta pasión es primitiva, instintiva, precede a todo lo demás y toda otra cosa es en cierto modo mera modificación de ella" REF 9.

            Creo que con lo anterior contamos con suficiente material para hacernos, por lo menos, un bosquejo sobre la naturaleza humana y la libertad en Rousseau. Hemos visto que lo más fundamental del hombre no es su inteligencia, ni siquiera la consciencia o sentimiento de libertad. Al parecer lo característico del hombre es cierta clase de impulso de amor propio. De este amor propio nacen todos los demás movimientos en el hombre. Pero, ¿cómo conciliar esto con la aproximación que hicimos en el primer apartado? ¿En dónde se ve aquí la indeterminación o la consideración productiva del hombre? Voy a intentar aclararme, lo que se está tratando de probar aquí es que Rousseau concibe al hombre y a su naturaleza como un producto de sí mismo ¿Cómo es esto así? Pienso que se aclara todo si partimos desde su manera de concebir la libertad. Si la libertad consiste en cierta capacidad de elegir, pero relacionamos esto con que lo único innato en el hombre es amor de sí mismo entonces hemos dado con la clave interpretativa. La libertad no se entiende en Rousseau principalmente como una capacidad sino como un impulso activo, el hombre ciertamente tiene la capacidad de elegir entre varias alternativas, sin embargo, es una sola la actividad que despliega que se manifiesta de distintas maneras. Es un sólo impulso el que lo mueve, el amor de sí. Visto así, el esquema se asemeja mucho a lo que dije en el primer apartado. El hombre se concibe, en Rousseau, sobre todo como el producto de su propia vitalidad. Todas las demás características del alma humana no son sino producto de esta actividad primigenia, así la moral, la sociedad, incluso la inteligencia son posteriores al despliegue de lo único innato en el hombre. Puede entenderse entonces que lo primordial en el hombre es algo parecido a la indeterminación porque la actividad que produce el hombre no es otra cosa que su propia vitalidad. Visto así, el hombre más que ser, es un producirse. Por eso dirá en el discurso sobre la desigualdad, "Es un noble y hermoso espectáculo ver al hombre levantarse a sí mismo desde la nada, por así decirlo, con su solo esfuerzo" REF 9 (Pág. 51 Coppleston). Al margen de lo interesante que sería abordar aquí un intento, como dijo Polo, de restaurar la inocencia de la naturaleza humana, hemos de decir que efectivamente la noción de libertad en Rousseau concuerda con la idea que habíamos expuesto en el primer apartado. Y no podemos dejar en el tintero que al contrastar ambos bosquejos (el de la modernidad y el de Rousseau) podemos deducir que Rousseau concibe al hombre como autodeterminación, un ser que por la naturaleza de su despliegue tiende a autoperfeccionarse pero que le es conflictiva la relación con lo distinto, pues por naturaleza es un ser que vuelve siempre, en último término, sobre sí mismo.

            Desde el concepto de libertad que acabamos de ver podemos plantear el problema de la sociedad en Rousseau. En sentido estricto, no puede sostenerse que el hombre en estado de naturaleza sea bueno o malo, más bien lo correcto sería considerarlo éticamente neutro. Esto se debe a que en el estado de naturaleza no hay una inteligencia desarrollada y por la tanto no pueden formarse los conceptos morales o políticos que permitirían una calificación. Este hombre, éticamente neutro, por decirlo así, vela exclusivamente por su autoconservación y no está interesado, naturalmente, en iniciar una sociedad. Sin embargo, dejada de lado la abstracción metodológica, vemos que "El hombre ha nacido libre y, sin embargo por todas partes se encuentra encadenado"  REF 10 (Contrato Social I, 1). Aunque hemos estado estudiando al hombre desde cierta perspectiva, inevitablemente tenemos que atender a la realidad actual de las cosas. Siendo el hombre como es en su naturaleza, ¿no es acaso la sociedad algo artificial?, ¿algo ajeno a él? En su Discurso sobre las artes y las ciencias, Rousseau argumentaba que el origen de la civilización es el origen de la maldad en el hombre. Pero no hemos de malinterpretar al francés, esto sólo quiere decir que el advenimiento de la sociedad (independientemente de como haya ocurrido) hace que el hombre pase de un estadio de neutralidad moral a uno ético y político. Quizá sea fuera este punto uno de los más difíciles de explicar en toda la teoría de Rousseau sino se pudiera apoyar en la comprobación fáctica. Por más alejado que se encuentre su buen salvaje de una asociación con otros, de hecho lo hizo, y tan es así que vivimos en sociedad. Debe aclararse también que Rousseau no pretendía con su doctrina de la naturaleza humana deslegitimar el Estado, más bien pretendía reformarlo.  El principal problema que se le plantea a Rousseau es la conciliación de la libertad y la vida social. Rousseau intenta resolver este problema en el Contrato social.

La libertad en el Contrato Social

 

Como se dijo arriba, el problema que busca solventar Rousseau en el Contrato Social es el de la conciliación de voluntades autónomas. Cómo él mismo admite, lo que busca es "encontrar una forma de asociación que defienda y proteja de toda fuerza común a la persona y a los bienes de cada asociado, y por virtud de la cual cada uno, uniéndose a todos, no obedezca sino a sí mismo y quede tan libre como antes" REF 11 (Contrato social, I, 6). Podemos aclarar con este texto las intenciones de Rousseau con su tratado,  encontrar una manera de que las libertades individuales no queden limitadas a pesar de la vida en sociedad ¿Cómo pretende conseguir esto? Con un pacto en el cual todos los contratantes sometan su voluntad entera. Lo que Rousseau propone es "la enajenación total de cada asociado con todos sus derechos a toda la humanidad" REF 12 (Contrato Social, I, 6).  Sí se forma un pacto de este tipo, en realidad cada individuo no estará obedeciendo a nadie pues "dándose a todos, no se da a nadie, y como no hay un asociado, sobre quién no se adquiere el mismo derecho que se le concede sobre sí, se gana el equivalente de todo lo que se pierde y más fuerza para conservar lo que se tiene" REF 13 (CS, I, 6). Al enajenar su voluntad, los individuos forman al Estado, pero no ha de entenderse esto de igual manera que en Hobbes, en el contrato de Rousseau no hay un gobernante al que se cedan los derechos. Al contrario, el Estado es un producto del pacto y no existe si no se da, por lo tanto los contractantes quedan obligados a lo que ellos mismos, en el sentido de contractantes, han decidido legislar. En palabras de Rousseau: "este acto produce inmediatamente, en vez de la persona particular de cada contractante un cuerpo moral y colectivo, compuesto de tantos miembros como votos tiene la asamblea, el cual recibe de este mismo acto su unidad, su yo común su vida y su voluntad" REF 13.5 (CS, I, 6)

Pero no sólo esto, sino que al aceptar el contrato social, el ser humano obtiene más de lo que puede aparentemente perder pues, "lo que el hombre pierde por el contrato social es su libertad natural y un derecho limitado a todo cuanto le apetece y puede alcanzar; lo que gana es la libertad civil y la propiedad de todo lo que posee" REF 14 (CS, I, 8)  Pero además, de la libertad civil el hombre estaría ganando su propia humanidad: "Se podría agregar a lo adquirido por el estado civil la libertad moral, la única que verdaderamente hace al hombre dueño de sí mismo, porque el impulso exclusivo del apetito es la esclavitud, y la obediencia a la ley que se ha prescrito es la libertad"  REF 15 (CS, I, 8).

            El acto por el cual nace el Estado implica la subordinación total del individuo a la colectividad. Rousseau llama al Estado, en cuanto que ejerce el poder que viene del pacto que realizan los contratantes Soberano. Es a la hora de delimitar la libertad donde aparece el conflicto que Rousseau había echado por la ventana, pues si en la sociedad descrita arriba los individuos deciden que su voluntad no se ajuste con la voluntad general, entonces el pacto carece de sentido. A este respecto Rousseau dice lo siguiente: "A fin de que este pacto social no sea una vana fórmula, encierra tácitamente este compromiso: que sólo por sí puede dar fuerza a los demás, y que quienquiera se niegue a obedecer la voluntad general será obligado a ello por todo el cuerpo. Esto no significa otra cosa sino que se le obligará a ser libre" REF 16 (CS, I,).

Conclusión


Acabamos de exponer la teoría del contrato social desde el punto de vista de la libertad. En ella se vio que Rousseau intenta legitimar la limitación de una voluntad particular al subsumirla en un todo más amplio. Rousseau justifica esta subsunción del individuo alegando que como antes de entrar en sociedad el individuo no carece de naturaleza moral sólo ahí puede realizarse plenamente como humano. Por eso el poder de la colectividad puede obligar a una parte a ser libre ¿Acaso no es verdad que sólo en sociedad puede el hombre desarrollarse plenamente? La solución de Rousseau parece por un lado tener sentido al señalar que la naturaleza humana es social, sin embargo, según mi parecer algo flaquea a la hora de compatibilizar la libertad y la naturaleza.
            Al entender al hombre desde un punto de vista productivo no se pueden integrar sus productos en un antecedente. Como la naturaleza humana se entiende como una autoproducción no puede haber antecedente al acto de producción el acto es el mismo principio, el proceso y el fin, por eso todos los productos que el hombre haga como la sociedad o los conceptos morales suelen siempre presentar conflictos a la hora de armonizarlos. Sí sólo existe un despliegue primigenio, en realidad no se puede aspirar a la ordenación de los productos que se obtengan de dicho despliegue. Por este motivo en Rousseau está la libertad natural por un lado y la libertad moral por otro y ambas libertades no tienen nada que ver entre sí. De la libertad natural no se sigue, ni se ordena a, la moral, y por este motivo, al ser la libertad moral superior y sólo disponible en sociedad, el todo puede obligar a ser libre (pues es otra libertad) a la parte.
            Más aún parece que en Rousseau la humanidad misma es un producto del hombre, pues se considera a la Voluntad General el producto de un pacto social y después se dice que no se es hombre hasta que se forma parte de la voluntad general. Parece entonces que mas que ser social por naturaleza, el hombre se hace social por naturaleza. La dignidad humana queda disuelta de este modo en un Estado abstracto que tiene poder absoluto.
            En conclusión, vemos en Rousseau un intento de conciliación entre el individuo y la sociedad con la fabricación de un Estado. La respuesta de Rousseau es la disolución del individuo en un todo del que obtiene incluso su humanidad, pero algo queda en el tintero si aceptamos la teoría de Rousseau ¿Acaso no es verdad que el hombre es más que su faceta política? El comunitarismo de Rousseau inspiró en parte la teoría política hegeliana en la que el individuo es negado por completo para dar paso al Estado. Es quizá aventurado achacar a Rousseau cierta culpa en todos los totalitarismos del siglo XX, pero tampoco se puede dejar de lado que algo se pierde cuando se acepta que el individuo no es más que una parte de un todo más amplio. Se pierde la identidad personal, la aspiración más intima del ser humano no es en ningún modo social aunque la incluya. Al tener una concepción equivocada de la libertad Rousseau pierde de vista que la libertad individual tiene un sentido, es para la felicidad, pero la felicidad aunque necesita de la sociedad, no puede darse en un todo en el que se disuelvan los individuos, pues son los individuos quienes serán felices no los pueblos.

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