Quizá por ser latinoamericano sintonicé mucho con este autor. Para empezar quisiera resaltar como la historia está construida toda sobre una sola idea: la historia de Antonio José Bolívar invita a trasladarse a la selva del Amazonas. Creo que la intención principal era esa, acercar al lector a la selva amazónica y ayudarle a valorar los tesoros naturales que esta ofrece. Siguiendo esa idea presenta a los indios shuar, nativos de la selva, y a Antonio José, el protagonista como una comunidad armoniosa con el entorno y los demás seres vivos. Por otro lado encarna en el alcalde y en los turistas, la figura de una civilización invasora. A estos los presenta como torpes, inútiles y comodones dejando clara su postura desde el principio del libro.
El lenguaje del libro está muy cuidado, parece como si el autor hubiera seleccionado cuidadosamente cada palabra para que la fonética encajara con las ideas que quiere transmitir, de alguna manera, las palabras suenan como en sintonía con el ambiente selvático que predomina en toda la historia. La lectura es muy ligera y amena, y consigue mantener la atención del lector durante toda la lectura. Las descripciones son muy gráficas, y sitúan al lector en el corazón de la selva, lleno de colores intensos, sonidos de animales y la tranquilidad propia del alejamiento de la civilización.
Como valoración final me gustaría añadir que me quedo con la forma: ligera, musical y sencilla. Perfectamente adecuada para el tema principal. Sin embargo en el fondo me queda un mal sabor de boca. El ecologismo y el cuidado de la naturaleza son ideas muy valiosas, pero en lo personal prefiero libros que toquen temas mucho más nucleares al hombre. A pesar de eso, el libro ocupa el tercer puesto entre los libros que nos han encargado leer en la asignatura, y sin lugar a dudas buscaré más libros de él, para leer en verano.